Somos el Sabio del Sultán y nuestro nombre nace del cuento de El Sueño del Sultán. Una historia que te hace reflexionar sobre la importancia que tiene la forma que utilizamos para contar las cosas.
Un sultán se encontraba consternado debido a un extraño sueño que había tenido la noche anterior. Soñó que se le caían todos sus dientes y para saber lo que significaba, mandó llamar a un sabio para que le interpretase el sueño.
-¡Qué desgracia, mi señor!- exclamó el sabio-. Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad.
El Sultán muy enfadado por la respuesta ordenó que le dieran cien latigazos.
Descontento, ordenó que le trajeran a otro sabio y le contó el sueño. Después de escuchar al Sultán, éste le dijo: gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que su alteza sobrevivirá a todos vuestros parientes.
Al escuchar esto, el semblante del Sultán se iluminó con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro como recompensa. Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
-¡No es posible! La interpretación que habéis hecho del sueño es la misma que el primer sabio dio. No entiendo porqué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
-Recuerda amigo que todo depende de la forma en la que se dicen las cosas. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.