Es un hecho que la comunicación es fundamental en el mundo empresarial. Gracias a ella, podemos dar a conocer productos y servicios, llegar a nuevos mercados y contribuir al incremento de las ventas. Sin embargo, aunque la publicidad sea una herramienta poderosa, no es la solución mágica a todos los problemas del negocio. Por muy buena que sea una campaña publicitaria, si el producto no cumple con las expectativas, el consumidor dejará de comprarlo. Y de hecho, de cada diez productos nuevos que se lanzan al mercado, ocho fracasan estrepitosamente. Sin embargo, y a pesar de los datos, todavía existen marcas que recurren a la comunicación en busca de un milagro. Los profesionales de la comunicación somos capaces de hacer grandes cosas pero todavía no tenemos el don divino de convertir lo malo en bueno. Si fuera tan fácil, bastaría con poner un anuncio en cualquier medio para tener la tienda llena, la página Web a rebosar de leads o la fábrica saturada de pedidos, pero esto no es magia.
En el libro rojo de la publicidad de Luis Bassat, hay dos reflexiones muy interesantes acerca de este tema. La primera de ellas, es que el producto tiene que ser la estrella de la comunicación y la segunda es que la mejor inversión publicitaria que se puede hacer en un producto, es mejorar el producto. Bajo estas premisas, y según la opinión del autor con la que no puedo estar más de acuerdo, las empresas tienen que asegurarse de tener el mejor producto posible antes de anunciarlo. La publicidad es efectiva para atraer la atención del consumidor y crear interés, pero no puede hacer que alguien compre algo que no le gusta o no necesita. Por lo tanto, antes de invertir en comunicación, es importante asegurarse de que el producto o servicio satisfaga las necesidades de los clientes.
Además, el uso de la comunicación no debería ser el último recurso para solucionar problemas comerciales. Si una empresa está experimentando problemas de ventas o no está logrando los resultados deseados, simplemente aumentando el presupuesto publicitario no resolverá el problema subyacente. Es importante analizar todo el proceso de ventas y marketing para identificar cualquier problema o deficiencia que pueda estar afectando a la organización. En resumen, las empresas necesitan de la comunicación para llegar a su público objetivo y dar a conocer sus productos o servicios, pero no deberían recurrir a ella de forma desesperada y desorganizada. La calidad del producto o servicio, la satisfacción del cliente y la eficacia general de la empresa, juegan un papel importante en el éxito a largo plazo. Invierte en comunicación pero hazlo de forma inteligente y estratégica y los milagros a Lourdes.
